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Búsqueda

  La separación de nuestros cuerpos encendidos en aquel vaivén del vetusto de nuestro amor en cada época resultaba ya una monotonía para nuestro placer masoquista. Te encuentro en el roce de una hoja mientras se tambalea en un baile cortante con el viento. El sorbo matutino del líquido obscuro despierta mis sentidos y los armoniza en una conjugación de colores que destellan en la búsqueda de tu afán de cambiar de rostro. Una exclamación tuya en el viento me bastaría para comenzar la búsqueda de nuestra unión con tendencia a encontrarse. Cada recuerdo juntos es una secuencia de imágenes un tanto nubladas. Pero cada lugar es una vibración que nuestro corazón danza en su sentir palpitante. Cruzo calles anhelando ver nuestras sombras besándose. Cruzo puentes que invitan al suicidio. Hay flores en cada huella de nuestros pasos. Zumban mis oídos con el tintineo en cada cafetería donde anhelo nuestros más íntimos sorbos de café. ¿Pero tú me buscas? No tengo idea. Tal vez soy el único que cree

2020-2021

Diluida humanidad sin tacto. Múltiples bocas ocultas. Pupilas propensas al llanto. Fúnebres distancias absolutas. Peste de muerte infalible. Colapso constante de incertidumbre. Cementerios infestados. Hospitales colapsados. Negocios en banca rota. Nuevos ricos que nadie nota. Enfermos luchando por respirar oxigeno del Olimpo enlatado. Balcones musicales con manifestaciones radicales. Racismo de vacunación. Lucha de clases por la salvación. Países enfermos. Animales dispersos. Orquesta nocturna de sirenas. Muerte ajena que se siente cerca. Solo quedarán huellas y animales con mala memoria del paso de humanos en la tierra seca y sin gloria. Divino destino de desesperación. En la nada no habrá nada quien nos recuerde. Despertar cada día se ha convertido en mi más liviano tesoro. Divina reencarnación. Vivir, vivir. Morir, morir. Vivir. JNR  

Te observo

En la estética de tu fealdad encuentra mis muy contados besos. Nula reiteración de deleite visual de la cual solo yo soy perteneciente. Todos te catalogan como fea pero yo te miro bella. Debajo de todas esas tácticas estéticas se esconde un rostro puramente noble y sincero al cual adoro hundir mis suspiros más íntimos. Tienes una multiplicidad razonable de pretendientes; pero, sabes que yo soy la única que te toma enserio en cada una de tus anécdotas rutinarias sobre el existencialismo. El día avanza y la suma de cada taza de café que bebemos una tras otra. Te van forjando cada vez más y más hermosa. Odias que cada hombre atractivo no note tu pronunciado escote al entrar a la cafetería. Te molesta en demasía que tus esfuerzos de vestimenta y olores de fragancias experimentales no funcionen en hombres con mentalidad meramente superficial. Y aquí estoy yo frente a ti, contemplándote en tu máximo esplendor. Cuánta belleza hay en tu ceño enojado al reclamar que quieres otra taza de café

No me escribas

No me escribas, ya que tu indiferencia me va desapareciendo a pedazos, poco a poco, matándome despacio. Y es que si me escribieras hoy sería morir de golpe, de manera certera, fulminantemente. Sería brutalmente arrancado de mi cotidiana vida nostálgica para ser arrojado a un pozo sin fondo y que nadie nunca más supiera de aquel hombre al que le gustaba siempre estar triste. Si leyera tu nombre en una carta o en un mensaje que me pudiera llegar. El simple acto de leer tu nombre haría detenerse por un momento mi corazón marchito. Escribirme sería tu mejor venganza, ya que en tu vil gentileza de querer saber cómo me encuentro. Me destruirías sangrientamente con cada una de tus amables palabras. En tu indiferencia encuentro esperanza, hay vida y calor en tu imagen fantasmal. No estás muerta, pero el que aparecieras textualmente de la nada sería un brutal susto de muerte para mí. Surgiría en mí la sensación de no avanzar en el tiempo. Si me escribieras sería como quedar atrapado en un espir

Ola

Contemplo un millón de olas suicidándose en la memoria. En tus caricias encuentro siempre la espuma del mar arribando. Arrecife de promesas contaminado. Dos sueños interrumpidos por un maremoto de incertidumbres. Fugaz y repentino. Quieto y silencioso antes del derrumbe. Paisaje fúnebre brisa contaminante. Gaviotas textuales alzan el vuelo en una historia de amor ahogada, hundida, sin promesas, sin reclamos, sin consuelo. El mar no acaba; pero acabó con lo nuestro que duró lo que tenía que durar como la vida, como el amor, como lo siniestro: Húmedo y efímero. Como lo que dura y se perjura en una ola.   JNR  

Callando a la muerte

Clara es la muerte y circundante. Ronda en cada espacio se siente ambulante. Mi alma se vuelve ciega ante sus inquietantes avistamientos. Mi vicio la niega; pero mi razón analiza sus lamentos. ¿Quién vive? ¿Y quién muere? Mientras escribo mueren y viven cuando no escribo. ¿Quién calla? ¿Quién grita? La muerte calla a la vida y la vida le grita a la muerte. Me voy, así…, en silencio; pero gritando en letras y callando a la muerte.   JNR  

Coito literario

Y en pleno acto textual se fue diluyendo nuestra creatividad, ese arte desvanecido de estar juntos y hacer el amor como se nos plazca, así…, sin ser expertos, y sin seguir instrucciones paradisiacas. La lectura y nuestros labios, ese intercambio de palabras y fluidos que confundíamos al llamarlo amor. Amistad literaria, amantes perversos debajo de las sábanas. Semen escurrido en tus versos favoritos. Caricias en cada coma y lamidas en cada punto y aparte. Penetración constante en cada línea de aquellos libros que nunca terminábamos de leer juntos. Cómo olvidar tus juegos eróticos al visitar cada librería de la ciudad de México. Hacernos orales y meternos las manos debajo de la ropa era nuestro ritual literario más añorado fuera de casa. Te encantaba que estuviera dentro de ti en cada cambio de página en cada momento sexual de tu novela de amor. Constituíamos una balsa que navegaba entre libros y orgasmos. Hoy solo queda el librero vacío y empolvado con marcas de huellas dactilares pr

Ausente soledad

El tesoro de la soledad que brilla en silencio. Extensión infalible de mi esencia. Estampida de lágrimas estancadas en mis recuerdos. Deidad demacrada en la morada de mi alma. Reconstruyo constantemente laberintos que intentan demoler a la quietud de mi soledad. Vestigio húmedo de tu recuerdo. Un imperio de centuria son los besos que nos dábamos. El reinado de la compañía de tus brazos cayó con la entrada de mi depresión disfrazada como caballo de Troya. Cuántas flores desfilaron por la mesa de tu cocina y que ahora se han vuelto polvo en la nada. Lo que empezó como una brisa de indiferencia de tu parte. Ahora es un ciclón de olvido que destruye cada sueño que tuvimos en trozos que se esparcen en un logos de olvido. ¿Por qué vuelvo a huir de la soledad? Si en un tiempo fuimos los mejores amantes. Pareciera que solo pudiera usar a la soledad por un tiempo determinado y en ocasiones limitados. Como si la soledad se aburriera de mí. Pero cuando se va, huye dejando un aroma impregnado ya e

Trazos de sombras

En un rincón voy moldeando tu sombra. En cálidos susurros pinto tu boca, labios carnosos con pintura roja. Te complemento unos grandes brazos para deshacernos en trazos, deformándonos así, en una bastedad de abrazos. La pared es testigo del fuego éste nos complementa en un juego. Somos dos sombras sin ego. Húmeda caverna de nuestra fantasía, falsa tiranía. Eres sombra dionisiaca de mi agonía. Irrealidad y realidad en armonía.   JNR  

Un destino de olvido

Miedo a ser uno mismo cuando desconocemos ese Yo basado en la incertidumbre. Luz del alma que aborrece las fauces de falsas certezas pregonadas por el ego de la humanidad. Un eterno retorno de muerte en su afán de encontrar propósitos aislados, huecos, vacíos… Formula divina que se persigue como perro a su cola mal oliente. Destajo de momentos lúcidos de ilusiones pobres que enaltecen nuestra fermentada existencia. Hacer, hacer, y hacer, hacer esto, hacer aquello. Fabricar, fabricar y fabricar hasta el cansancio anhelando la insulsa comodidad. Logros y premios de oropel que se derretirán con el fuego del caos del destino inminente. Un destino de olvido donde solo el polvo consumado del error erradicado en un bálsamo de muerte será nuestra gran aportación al cosmos inerte. En el silencio de la nada pregonaremos nuestras mejores hazañas. Buscamos evadir la muerte, pero aun así lo lográndolo, ésta hallará el modo de encontrarnos. Somos un error escurridizo antes las húmedas manos de la mu

Dulce penetración textual

Camino en un laberinto de sospechas disfrazado en palabras. Palabras simples, palabras bonitas. Me he vuelto testigo de mi ausencia. Palabras huecas, palabras vacías. El vaivén de la desnudez literaria. Beso a beso, palabra por palabra. Dulce penetración textual. Semilla que justifica mi boca. Delirio de letras retumban en una nostálgica orquesta. Vacío un corazón en tinieblas y ahogo mis penas en tinta. Palabras húmedas, palabras escritas. Divina soledad bésame a palabras.   JNR  

Mala interpretación

En una extraña mañana de un raro día, Ramón se ha despertado con la noción de que sigue dormido. Su cuerpo aun esta recostado. A un lado, yace su esposa Leticia, que de igual modo se encuentra profundamente dormida. La somnolienta atmósfera está acompañada de varios ronquidos, sonidos y, gases flatulentos de parte de ambos. «Qué linda pareja hacemos» piensa Ramón al contemplarse fuera de su cuerpo. Se encuentra en un estado de asombro aparentemente permanente. Se pregunta si podrá realizar todo lo que sus pensamientos están imaginando con tanta euforia. «¿Podré volar?» se cuestiona mientras abre las ventanas que da al pequeño balcón de su habitación. Afuera, el mundo ha comenzado su rutina. Los automóviles circulan y los peatones deambulan en su clásico caminar de prisa. Ramón piensa que de no poder cometer el acto de volar, caerá al pavimento y así podrá despertar de un buen susto en su apacible cama. Se postra tambaleante en el no muy ancho barandal y cuenta hasta tres para lanzars

Muerte

Me siento un desastre de palabras. Soy un mal actor de mí mismo. Me desnudo en tinieblas y me visto para la muerte. Es el tiempo que ahoga mis latidos. Me convierto en árbol caído a quien su caída nunca fue acogida. Ven muerte pero cierra tus ojos para darte un abrazo fuerte. Sentirte pero sin verte. Respirarte pero sin olerte. Es tuya la mentira y es mi amor a la vida algo que jamás sería. La vida me coge siempre, es tiempo de hablarle. Y así contarle… Que cuando venga será una ida sin quejas. Ven, pero tárdate. Ven, pero no me digas que eres tú. Mátame a sorbos breves. Búscame con la intención de no encontrarme. Pretende que has olvidado ya mi rostro. Ven, y cuando vengas. Tomémonos un café que dure toda la vida. Ya sabrás que no te quiero, pero anhelo tu compañía. Me siento solo y huelo a muerte. Te escucho en todas partes. La vida se me escapa. Ven muerte. JNR

Corazón textual

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Palabras que crean. Palabras que inventan. Palabras que pintan montañas en miradas acaudaladas. Escritura de la tierra, escritura dominante. Llovizna de palabras en una orquesta invisible. Naturaleza viva en letras indefinibles. Hay un baile de colores de frutos con sabores. Semillas de poemas, cultivo divino. Suspiro y canto: Letras, vida y poesía. Narrativa de tambores. Cuentos resonantes. Sonando, vibrando, callando. Nadie es testigo, solo tú misma. Te compones en palabras, te disuelves en autores. Cántaro de letras embriagas mis sentidos enalteces mis rencores. Con cuerdas, tambores   retumbo en ilusiones. Viento musical que viola mis oídos. No pares nunca de tocar, de cantar, escribir y soñar. Tú…, rojo y palpitante corazón salvaje: Mi corazón textual. JNR  

Cordura mía

Mi sombra quiere escribir, pero el abandono de la creatividad no la deja. Me siento aislado en una caverna por la felicidad ajena. Abandonado, cual perro. Debe existir un pacto de horarios entre mis ideas y la escritura. Escribo, escribo; pero, no sale nada. Solo palabras al viento que se estrellan como sombras al papel. Hablo sin pensar y, pienso sin hablar. La silueta de la pluma sostenida por mi mano baila al ritmo del silencio. Me abruma una sensación de vacío. Ya no hay latidos en mi pecho, solo un hueco relleno de pequeños susurros de aire polvoriento. Se han vuelto a abrir las cicatrices gracias a la soledad, pero ya no sale líquido alguno. Solo brotan ligeros hilos de humo de aquellos cigarrillos fundados en la adolescencia. Quiero llorar, pero mis ojos se han vuelto un desierto que entierra cada residuo de amor por la vida. La sombra de mi mano escribiendo pareciera que ejecuta ideas y letras más interesantes que el pedazo de carne que realmente las ejecuta. Me he pe

Ignorado

Hay personas. Personas que buscan, personas que necesitan. Quieren ser abrazadas, quieren ser queridas, quieren ser mimadas, quieren ser amadas. Todo quieren pero no dan nada. Personas mudas que me miran sigilosas y a la distancia, la dulce soledad desaparecida. Me ilusionan me abandonan. Me he vuelto una incomodidad que buscan y a toda costa ignorar. Ya no quiero falsos saludos Mi soledad grita: ¡Lárguense, lárguense…! JNR  

¿De verdad quieres vivir en un mundo sin Coca-Cola?

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Letras tomadas de la serie  Breaking Bad  en un intento por arremeter a la mente y, a la condición humana en plena modernidad social. Dicha pregunta pronunciada por el personaje principal, amerita un poco el rondar la mirada y el pensamiento en referencia a dicho cuestionamiento existencial. Vaya que, tal pregunta arremete si se entiende el contexto de cómo se da la pregunta, ya que, el personaje se ha vuelto una figura importante dentro del círculo de los cárteles de la droga en su espacio-temporal de ficción. Es un sujeto que entiende los procesos químicos como la palma de su mano. Conoce los riesgos que implica su elaboración. Cataloga un producto puro en su consumo y predilección para sus consumidores. El dilema surge, cuando suscita la competencia de su producto. Otras personas queriendo imitar su producto original, y, al no tener conocimiento de ello, brota una mala imitación al producto a copiar para su amplio consumo. Esto, remonta a lo paradójico que pueden resultar el que e

Sueños

Me creo en sueños y en sueños vuelo bajito. Son mis sueños los que me hacen soñar a paso chiquito. Precisos son mis sueños "absurdos" en una absurda realidad imprecisa. Llegué a este mundo soñando para que el sueño de la muerte me retire de la vida así, a sueños, volando. Pero qué necedad del mundo, qué afán de enfermar lo más preciado, mis íntimos tesoros: Mis sueños. Es como si mi familia y las patéticas sociedades; devaluaran de manera natural cada uno de mis sueños. ¡Al diablo, al diablo! ¡Que se jodan! ¡Qué mal, qué angustia! Esa manera de darle poder a los demás. ¿Por qué dejar? ¿Por qué aguantar? Esos actos y esas acciones de dejar que los sueños se disuelvan en opiniones. La humanidad está enferma, sí...,  está podrida, roída,  violada, segada y medicada. Los humanos ya no sueñan, los humanos obedecen. Sueño que despierten. Sueño para que sueñen. Me he dado cuenta de algo, que los sueños; se