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Por qué el pensamiento Disney abruma el pensamiento crítico y lo disuelve en ideología

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Hay una perseverancia a lo no perdurable que aquieta hacia un silencio de la conciencia en un terreno de disolvencia al "pensamiento independiente". Contrarresta al estado de ánimo a un impulso de las emociones y deseos carentes de significado entorno a una evolución de reflexión en un circuito de interjecciones sociales que aplauden la semejanza de pensamientos.  Hoy en día, un individuo podría ofenderse al percatarse que otro sujeto viste las mismas prendas que él usa con orgullo en su celebración al elegir la ropa que más se asemeja a su personalidad durante varias pruebas y años transcurridos. Es perfectamente entendible el por qué dicho sujeto se ofendería al ver a otro sujeto vestido exactamente igual. Pero, en un ámbito de ideologías de pensamientos. Cuando se interactúa con alguien más, y esta persona comparte el mismo pensamiento o la misma ideología, es un efecto opuesto a la ofensa de vestir la misma ropa, al contrario, se festeja a un más que una persona encuent

Hastío

Cómo extraño los días de lluvia ácida, la indulgente desolación que provoca el puto clima frío y ese glorioso y pulcro cielo gris lleno de contaminación asfixiante. Y es que dicha atmósfera, (propia de alguna escenografía cinematográfica donde   la ambientación corresponde a un momento lúgubre, lleno de melancolía, cesan los diálogos y el director de la cinta perjura que con esa escena ganará un estúpido premio en algún tonto lugar de Europa, donde se visten de etiqueta y premian lo que sea que no sean sus cintas o series de formato burgués), tiene su propia sabiduría por así decirlo. Existen personas que siempre fuerzan a su estado de ánimo hacia una felicidad exterior enteramente, a cada maldito instante, son a las que más les afecta asimilar dicho clima. Ya que por más que usen sus máscaras de vida happy , van contra corriente por dentro. Están tan acostumbradas a que en su vida todo sea “luz”, “los pajaritos canten”, les devuelvan una sonrisa al comprar su café en su refinada caf

Suspiros

Son suspiros de soledad, abrazándose mutuamente, incrustándose en un laberinto de incertidumbres. Son suspiros al vacío, donde mi boca no te alcanza, en ella persiste una nostalgia e incertidumbre de no volver a casa. Y es que a base de suspiros también te sueño. Y es que son suspiros los que amanecen sedientos de tu cuerpo. Son suspiros los que desgarran el manto de mi alma. Son suspiros de esperanza, del niño que no se cansa. Son suspiros levantándose como torbellinos al alba. Son suspiros los que adornan cantando al ocaso. Hay cierta descompostura en mis suspiros agotados. Un suspiro de tren mudo, sin aliento. Ahora le pertenece a otra nuestro ritual de suspiros. Crueles son los suspiros los que empujan las manecillas del tiempo. La tristeza me ha vuelto más pequeño, sin duda, algo que ya no sueño. Son nuestros sueños en una casa soñando juntos que ya no son sueños, ahora son suspiros. Son suspiros los que le hacen falta a tu boca seca. Son suspiros. JNR

Placer vespertino

Las palmas de tus curvadas manos son tan cálidas, que anidan mis más íntimos suspiros. Tus glúteos al aire ligeramente torneados, encajan como guantes a la medida entorno a mis dedos ansiosos. La jauría de tus cabellos color púrpura se incrustan en mi pecho húmedo. El choque repetitivo de nuestras zonas genitales, retumba al unísono junto con las ondas sonoras con la música de jazz en aquella templada habitación. Y es que se me está haciendo vicio contar los lunares de tus senos en movimiento, mientras cierras tus ojos que apuntan al techo, siempre envuelta en tu rosto de elegante placer. Me haces parecer un títere al incitar a mis manos a tocar tus grandes pechos antes de terminar con tu segundo orgasmo. Las marcas de mis dedos quedan regadas en el mapa de tu piel blanca, justo antes de cambiar de posición, ahora, tú abajo y yo arriba. Me encanta acomodar tus largas piernas alrededor de mi cuello, que ahora es una trinchera de mordidas y de un vasto catálogo de marcas con la forma tu

Tecnología inteligente

La humanidad tiene la ilusión de hacer uso y ejercer el acto de propiedad de la tecnología en sus vidas, pero, no sabemos cómo funciona realmente, cómo se crea dicho avance material tecnológico, qué elementos dan forma para su composición final. Los pequeños y principales círculos de poder social actual, jamás otorgarían el acceso a sus sociedades de cada país del mundo un verdadero uso a profundidad de la tecnología. No les conviene, lo que nos han dado es la ilusión aparente de hallarnos como individuos “expertos”, “sabios”, con acceso a la compra dichos aparatos tecnológicos, y que nosotros usamos a los dispositivos inteligentes, y no ellos a nosotros. Pero, realmente no lo son si verdaderamente hubiera tecnología avanzada en cada sociedad. La veríamos de ser así, en cualquier momento actuar sobre nosotros, en este preciso momento, literalmente. Pero no es así, lo que tenemos es una parodia cómica de la tecnología. Como si individuos de carácter humano se pusieran un disfraz de cart

Observados

Había una vez un pequeño palacio donde vivía un rey demasiado diminuto que gozaba de una gran corona, la cual le quedaba ridículamente enorme ante su pequeña cabeza. Su muy reducido palacio estaba hecho a base de hielo. Las frías y pequeñas paredes de color azul se alzaban alrededor de su párvulo trono. Portaba un trajecito de color verde pistache. Vestía con orgullo una capa roja con lunares blancos de monumental tamaño. Era un rey que resultaba de un aspecto infantil por lo pequeñito que lucía. Deambulaba de un lugar a otro en su pequeña fortaleza congelada. Él nunca sospechó de mi arrebato por privarlo de su intimidad, ya que jamás se percató que lo observaba cada mañana al abrir la puerta de mi nevera. En ningún momento presenció mis miradas furtivas. Mi inspección rutinaria matutina en ningún momento fue de sospecha para aquel pequeño ente. Ignoraba lo que hubiese fuera de su pequeño palacio en aquel absurdo cubito de hielo. Un día, en su habitual deambular, alrededor de su pe

Memoria

     Soy la muerte soñándose viva. Arrancándose en anticipos de ilusiones vivas. Un vaivén de angustias que solapan tu nombre. Vida mía reconstruyo tu rostro en un molde de nostalgia nítida. La ironía me envuelve al extrañar un corazón tan siniestro como el tuyo. ¿Qué fue de ese Yin y Yan que nos prometimos? ¿Qué fue de los juegos de mesa que sacaban lo peor de nosotros? ¿Dónde quedó nuestro café de buenas noches? Murió tristemente la cortesía de hablarnos cuando nos extrañábamos mutuamente. Todas esas películas que mirábamos juntos han quedado bruscamente huérfanas. Ha pasado el tiempo y aun encuentro tus cabellos rojos en el suelo frío. Si antes fui un desastre contigo, ahora soy un millón de desastres conmigo. Tu párvula mirada se posesiona en cada espejo de la casa. Retumbando, acechando, haciéndome presa en el delirio tortuoso aquel de tu recuerdo. Cada que el cielo se pinta de oscuridad, mis ojos son un violín de notas compuestas esencialmente por lágrimas sonoras. Hay amor, que

Defectos

Canto en el llanto de mis versos el tiempo que se disuelve con cada angustia. Cáscara en el corazón amada y destruida, un soplo basta para deshacerme de tus besos en esta íntima y bien vestida algarabía. Quién suspira en la calles vacías ahora. Visto de negro en un eterno velorio de amargura. Risas bobas en mentes destruidas. Solo queda fingir simples y llanas rutinas. Tintineos de tacitas de té, más saborearte, desearte y amarte. Libros abiertos ante ojos ciegos, derroche de virtud ante un lápiz roto, un café frío lleno de alborotos. Muerto en vida anhelando la vida, arpegios de guitarra carcomida. Versos de Pizarnik y cuentos de Cortázar, sorbos de suicidio y tragos de infancia. Hoy murmuro voces que no son mías, me retiro envuelto en epifanías. Los lugares que compartimos caminando en risas, ahora cuchillos que se funden sin prisas, como dueles a ratos. Hoy ya no están las sacerdotisas. Alguien más ahora le promete ilusiones a tu boca, desearía tener tu mala memoria, pretender que

Inquietud eterna

    Una inquietud más que recurrente en un despertar precoz de mis memorias frías, me transporta a un velo de malla donde de manera precisa y constante llueve nieve todos los días. Las caricias del viento ajustan mi barbilla en dirección hacia las nubes donde el brillo ajusta hasta el más íntimo de mis sentidos. Carezco de norte y fluctúo en contraposición al torrente de mis penas que se desgastan de humedad roída y turbulenta. Gatos negros me invitan a tomar café en una habitación donde se han agotado mis memorias fugitivas. Abro la puerta no me la creo, el paisaje es inquietante, me encuentro en el último piso de un rascacielos sin fin, mi puerta da al eterno vacío de caída libre donde las aves remontan su vuelo apresuradas por alimentar a sus crías en un acto maternal casi instantáneo. ¿Quién soy ahora y el pasado constantemente perdido? En el pasado me pusieron un nombre, ahora solo arrastro el acto de nombrarme como algo presente cuando es un acto que es propio del pasado que ya n

Camino de tiempo

                                                 Noches de octubre y sombreros de septiembre. Noche de llanto: mi alivio amplio. Viejas cartas de un cofre rancio. Corazón quemado en lágrimas de lumbre. Sobre un cajón desentierro letras confusas. Viento de noviembre; amargo desencanto, tierno dolor de diciembre; cruel encanto. Año nuevo, nostalgias inconclusas, cicatrización constante llena de sangre, pupilas vacías que crujen de hambre. ¡Ya no soy amigo del tiempo ya que me arrastra descontento! Ya no hay instrumentos de viento, ya solo camino vacío y a destiempo. JNR

Sorbos de muerte

El viento retumba fulgurante en mi pecho resguardándose sin algún propósito entre mi ropa vieja. Doy un paso en la tierra seca donde cruje el sonido de los torbellinos de arena en mis oídos rancios. Mi boca a través del paliacate reza por un trago frío de cerveza espumante. Camino ya sin darle ordenes a mis piernas adormecidas. A punto de desplomarme inconsciente, un destello de luz coquetea lejano con mi sed moribunda. Una cantina arrancada del viejo oeste con sus luces encendidas, asoma un camino casi hecho a mano en este infierno de arena. Mis huellas de sangre quedan plasmadas en el camino detrás. Debajo de la puerta principal de la cantina, reluce una luz casi de lumbre, como si un volcán estuviera a punto de hacer explosión, palpita, destella, convulsiona, gime desde sus adentros como si yo fuera una presa   perfecta atraída cual mosquito hipnotizado hacia su muerte instantánea. Entro desmallándome a gatas en dirección al primer banco frente a la barra de madera astillada, vi

Ausente

     Me siento necesitado de amor, pero no creo que el amor necesite de otro idiota como yo. Una necesidad primaria nace en mí, esa..., la de hundir mis labios en labios que susurren mi nombre en cada una de mis veladas melancólicas.  Me he vuelto un circense al que la mayoría ignora, parado ahí abajo del semáforo rojizo, engullo malabares con objetos imaginarios, inexistentes; pero que de vez en cuando alguien observa por el retrovisor de su automóvil, donde habitualmente, soy atropellado por el rito de la indiferencia colectiva. Nuestro amor era como el sistema solar, solo que pensaba que yo era un planeta Tierra, tan lleno de vida y en estado permanente de contemplación donde tú representabas al Sol. Mi luz, mi alimento. Distancia perfecta aunque con la luna de amante cuando no estabas. Gracias por despertarme de aquella fantasía, cariño. Caigo en la realidad de que no era una Tierra, sino más bien un Plutón que ya ni siquiera es considerado planeta. Aquí estoy ahora, errante, lejan

Qué es la filosofía

Hay cierta ironía que acompaña al cuestionarle a la filosofía un qué, que posteriormente puede derivarse en un por qué, para qué, cómo, etcétera. Dicha ironía de definir de manera universal a la filosofía va en contra de los principios de la filosofía misma. Esto es, que al contestar qué es la filosofía, la reduciría a una especificación para su identificación de manera simplista y de manera práctica, proporcionaría calma al amante de conceptos que goza de colocar etiquetas a lo que no entiende, pero que a su vez le trae quietud al conformase con una definición desde su percepción vacía, ya que dicho ente buscador de significados podría ignorar que los sentidos que proporciona el cuerpo mantienen al alma engañada ante lo que es realmente verdadero. Darle respuesta a la filosofía es quitarle todo lo que la envuelve: su historia, sus pensadores, su convicción. Le quitaría al buscador de la filosofía el laberinto que debe recorrer para darse cuenta que con cada camino ilusorio pueda aclar

¿Quién soy realmente?

Soy lo que ya no soy; ya no soy lo que solía ser.  Soy un fantasma vivo que camina invisible en un cuerpo de carne ingenua ante los ojos ególatras. Soy un ser sin importancia en un mundo donde la importancia es lo más importante. Me he vuelto una imagen pasmada en el ordenador que cuando habla nadie le entiende por carecer del disfraz de figura de autoridad. Soy el alumno que nadie toma enserio. Soy la seriedad vacilante que muere con cada sonrisa torpe. Soy un eterno amanecer nublado con olor a cafeína. Siento que mis estudios se han vuelto un traje que me aprieta, que me asfixia.  Ya no comprendo a los docentes, hay cierta hipnosis en sus pensamientos, se han vuelto ciegos ante la creatividad ajena, se han vuelto sordos ante el canto del estudiante. Los lineamientos los han seducido. Se han convertido en máquinas tragamonedas donde cada moneda insertada arroja una instrucción de quehaceres. Ya no importa que aprenda, sino más bien que cumpla. Siento que la universidad se hace cada ve

Despierto

—¿Dónde estoy? —cuestioné para mis adentros rodeado de nada. Creo que lo he logrado, al fin puedo estar consciente dentro de mi propio sueño. Puedo escribir lo que sucede al instante sin usar mis propias manos, como si todo lo que pensase se escribiera al momento de que soy testigo, soy consciente en el inconsciente de un sueño que me pertenece pero no puedo controlar. El espacio donde me encuentro no es del todo claro para mi visión oscura, solo alcanzo a distinguir mi propia respiración de un yo dormido, como si se ampliara y se hiciera pequeño en una habitación al mismo tiempo en cada respirar de un ser que por el momento ya no soy yo de manera física. Una luz rosada se hace presente iluminando ligeramente el espacio oscuro. Al parecer me encuentro en un terreno húmedo, frío y cavernoso, alcanzo a percibir caminos rocosos sin fin aparente. La luz rosada casi omnisciente parece provenir de una multiplicidad de conexiones que realiza mi cerebro. Me maravillo al contemplar cómo al

Hastío feliz

A veces miro mi historia y surge la sensación de que ya no me pertenece. Esas personas, esos momentos, aquellos lugares, hoy…, se sienten ajenos. Me siento sin alegría y sin tristeza, me siento vacío de sentimientos, me invaden recuerdos, pero, ya no los siento míos. Ya no pienso en mañanas, mi presente y futuro se han vuelto un sin sentido, sin propósito, desfigurado por el destino que creía haber visualizado alguna vez entre sueños. Hoy, ya no sueño, lucho por dormir y despierto sin vida, envuelto en la pesada incertidumbre de ya no tener rumbo. Mi vida ha sido un constante romper y re hacer deseos personales, soy joven y me siento viejo, tengo fuerza pero no la energía, cada vez hay más gente en el mundo y sin embargo cada vez me siento más solo y alejado de ese mundo. Es como si viviera en una línea del tiempo diferente a la que me pertenecía, ahora cada momento se siente falso, como si me hubiera colocado otro yo. Me siento arrebatado de mi felicidad, forzado a luchar batallas q

Más humano

Puedo ver la lluvia; pero, no puedo sentirla. Puedo sentir tu corazón latir; pero, no puedo verlo. Relámpagos de agosto que anuncian mis lágrimas. Tu ausencia aprieta las sábanas en soledad. Noches de Kafka y mañanas de Pizarnik. Vuelvo a mirar mis libros y ya no los encuentro. La música ahora se disfraza de silencio: indiferente. Dejé de cocinar y ya no saboreo la comida. Solo lleno mi estómago para distraer a la muerte. Ya no suelo mirarme al espejo, mi reflejo se ha vuelto lento y mis sonrisas tardan en reflejarse, mientras que las lágrimas se escapan a gran velocidad. Quedo distante ante el destino, como quien guarda la última carta para el último momento. Ya no tengo amores ni amistades largas. Me muevo en el tiempo en una vigilia permanente. Siento mi corazón oprimido y sin salida. Siento que me estoy desvaneciendo un poco cada día. A quienes les he regalado mis sonrisas más tristes, hoy me extrañan. Y a quienes les digo mis más sinceras sonrisas de am